El 18 de enero de este año Juan Carlos Tabío nos abandonó físicamente y con su partida la cultura cubana perdió a uno de los nombres más importantes del cine cubano.
Títulos como Se permuta, Plaff o Demasiado miedo a la vida, Fresa y chocolate, Lista de espera, El cuerno de la abundancia… figuran dentro de su obra de ficción; sin embargo, Tabío también fue un hacedor de documentales.
El crítico Daniel Céspedes escribiría al saber de su muerte (en un texto que integra este dosier homenaje):
“Idas y retornos, el chiste y la angustia, el pasado y el presente, los sueños y la pujanza del contexto epocal, la muerte y la vida, lo reflexivo a través de la sátira y el humor en sus variantes caracterizaron su cine. (…) Al observador detallista y crítico sin pelos en la lengua de nuestra realidad, al profesor de guion, dirección y dramaturgia lo aplaudimos ayer tras cada estreno de sus películas. Hoy, lo volvemos a celebrar y le agradecemos su legado polémico, lúcido y bien vigente. Gracias, maestro”.